AMOR O MATRIMONIO
“Tienes paciencia: y has sufrido por mi nombre sin desfallecer. Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes”. (Ap 2, 3-4).
Este es el problema de la vida matrimonial, se ha perdido el amor de antes y con la perdida de este amor que los llevó a unirse en una sola carne por el sacramento del matrimonio han llegado a un sin número de problemas. Es cierto que se dan cuenta de las dificultades pero ninguno ha sido capaz de vencer el orgullo y decirle a su conyugue, perdóname yo me equivoqué. Son muchas las dificultades que aquejan a las parejas pero una y la más central es el olvido de ese amor primero. Es muy lógico que se hayan interrogado más de una vez el porqué de esa situación y el silencio le haya dicho es culpa de él o de ella.
Esta problemática de no encontrarle sentido a la existencia que lleva tiene un origen muy en el fondo de nuestro ser, y podríamos decir que es ausencia de Dios pero sería una cantaleta más y un pensamiento más.
Debemos deteneros a mirar en primer lugar que es lo que los separa, cual es el problema de no encontrar la felicidad. Quizás sea por las borracheras de su marido, o por la cantaleta de tu esposa, por tu frialdad como esposo, por la falta de consideración ante las dificultades económicas, por el poco tiempo que paras en la casa y el mucho que le dedicas a tus amigos, por la falta de ternura con que tratas tu esposo, por la poca disposición para dialogar, por preferir el silencio y así llenar de rabia el corazón, por la falta de comprensión; todas estas dificultades no son más que la ausencia de Dios.
Dios es la fuente de la paz, del amor, de la fe, de la sabiduría, de la alegría, de la belleza de la vida, de todos los dones que tu y yo necesitamos para ser felices. Jesús dice: “he venido para que tenga vida y la tengan en abundancia” y, que es vida; Cristo nos da la respuesta “venid a mi todos los que estéis cansados y agobiados que yo os aliviaré”, pero que maravilla sólo nos vasta ir donde Jesús; no, él pone otra condición clave “quien quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo tome su cruz y sígame”, esta es la vida abúndate de la que habla Jesús, la de negarse a levantar la voz , la de hacer silencio cuando la rabia domina los sentidos, la de escuchar cuando la pareja habla, la del sacrificio por amor; ese es el amor primero, eso es seguir a Cristo, eso es cargar la cruz como Cristo lo hizo y así transformar la historia; como lo hicieron los primeros Cristianos, donde los paganos decían “mira como se aman”, eso es lo que deben despertar ustedes como esposos a sus vecinos cuando los miren en su vivir cotidiano.
El matrimonio no es otra cosa que una comunidad de amor al estilo de los primeros cristianos donde todo lo tenían en común, donde todos se preocupaban por el otro. Hoy es triste ver como en la casa viven cuatro seres diferentes donde nadie sabe nada de nadie, donde los tres comen una comida diferente y a una hora diferente, donde todos ven un programa de la televisión diferente, pareciera que entre más diferentes mejor, pero mentira Dios en la creación dijo, “no es bueno que el hombre esté solo” y después “no halló una ayuda adecuada” entre todas las criaturas y seguro que Dios dijo: “le haré una ayuda adecuada” eso es la mujer para el hombre y el hombre para la mujer, ayuda adecuada, eso deben ser ustedes ayuda adecuada el uno para el otro para que la otra persona sea santa y logre llegar al reino de los cielos que es la meta final de todo cristiano.
3 comentarios:
El matrimonio es fundamento en la sociedad y como Iglesia doméstica es el lugar donde se empiezan gestar y desarrollar los cristianos; felicidades por apoyar el deseo amoroso de Dios del matrimonio.Dios te guarde y te bendigA
La familia es y será siempre el núcleo de la sociedad
Debemos tener siempre luchar para que las familias puedan ser cada vez más conscientes de su misión cristiana. Sólo de esta forma tendremos la esperanza de un futuro donde reine la justicia, la paz y la fraternidad como "familia humana"
Sin duda alguna,la pareja debe trabajar muy fuerte, por dejar apagar la llama del amor que algún día fue encendida.
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